Por fin nuestros ganadores del Viaje a la Italia de El Padrino que sorteamos entre nuestros clientes del Club Fidelity durante el mes de noviembre, disfrutaron de su premio, volando a Sicilia y compartiendo con sus acompañantes una estancia en Palermo, conociendo los escenarios de la mítica película basada en la novela de Mario Puzo. Y aquí tenemos la crónica de uno de nuestros viajeros, para toda la familia de La Mafia se sienta a la mesa.
Fernando, Ernesto, Alejandro, Aleyna y Francisco, ganadores de nuestro Viaje gracias a su paso por La Mafia se sienta a la mesa de Murcia, Barcelona – La Maquinista, Madrid – La Vaguada, Vitoria y Almería, nos envían la siguiente crónica de su estancia, que pasamos a compartir con todos vosotros:
Iniciamos nuestro viaje a la Italia de “El Padrino” tomando el vuelo dirección a la, desconocida para muchos, isla de Sicilia. Destino: Palermo.
Lo primero que nos encontramos nada más llegar a la capital de Sicilia es una estampa totalmente diferente al resto de Italia. El contraste entre el Norte y el Sur es impactante para aquel que viaje por primera vez allí.
En Palermo vemos reflejados todos los detalles que han ido dejando, a lo largo de los siglos, las anteriores potencias gobernantes de la isla: desde los árabes, pasando por los normandos y acabando por españoles e italianos. La ciudad es un crisol de varias culturas que convergen a vista del turista y no hacen más que sacudirnos tras la visita a cada monumento o punto de interés de la ciudad.
Más si cabe, si te atreves a embarcarte en la difícil tarea de la conducción por Italia y alquilas un coche dispuesto a recorrer parte de la isla. Por supuesto, y de visita obligada, sería ir al pueblo natal de Vito Andolini en las películas de “El Padrino”: Corleone. Durante el recorrido en coche, no dejan de sorprendernos los abruptos terrenos que nos encontramos, con continuos montes y carreteras serpenteantes que alargan el recorrido más de lo que el mapa dejaba entrever en un principio. También choca el observar la escasa vegetación por toda la isla, donde sí abundan, por el contrario, los terrenos de siembra y agricultura. Una vez allí, desde lo alto de la carretera, junto al letrero que fotografiamos a boca de túnel, Corleone se expande cuenca abajo en un laberinto de calles y casas antiguas de origen musulmán. Tras finalizar la visita, continuamos con el recorrido hacia el sur con el objetivo de ver el Valle de los Templos de Agrigento.
En plena costa se levantan un conjunto de templos de origen griego en bastantes buenas condiciones, reconocida por la UNESCO, además, como Patrimonio de la Humanidad.
De vuelta a Palermo, volvemos a España aguardando una nueva oportunidad como la que nos ha brindado “La Mafia se sienta a la mesa” con este delicioso viaje al sur de Italia.
Gracias a todos.
