Son muchas las personas que retiran el queso de su vida. Algunas por convicciones y otras porque quieren adelgazar.
En el primer caso sin duda es sin duda justificable, pero en el segundo, ¿es necesario no comer queso en tus platos para adelgazar?
Si nos ponemos a analizar el queso nutricionalmente, es un alimento perfecto para completar una dieta equilibrada.
¿Qué significa esto? Que la clave está en el equilibrio y en la ración.
Si te gusta el queso, perfectamente puedes comerlo, es más puedes comer cualquier tipo, la clave es no atiborrarse y tomar una cantidad mayor de 30 o 40 gramos si lo que vamos a comer son quesos curados, y entre 80 y 100 gramos si son quesos frescos.
El queso aporta a nuestro organismo proteínas, minerales como el calcio, vitaminas, y también grasas, y por lo tanto es un alimento que puede perfectamente incluirse en una dieta nutricionalmente equilibrada.
Pero si esto no te convence, además existen estudios que desmienten ciertos mitos sobre el queso, como el de que engorda o que aumenta los niveles de colesterol. Uno de ellos es el llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Copenhague, en el que se concluye que “el queso es un perfecto aliado en las dietas confeccionadas para perder peso, una rotura de moldes en el mundo de la nutrición que tan prohibido tenía este alimento cuando el objetivo era perder kilos”.
Buenas noticias para los amantes del queso. Sin duda, nosotros lo somos, y más cuando el queso es de primera calidad.